Yo siempre quise ser poeta; pero poeta de Carnaval, no de esos poetas que ganan premios Planeta, ni otros premios literarios que no valen 'ná', y que no te sirven para vacilar en la barra del Falla o en la Carpa, sitios, por cierto, con un nivel cultural grandioso, donde las puñaladas por detrás y la envidia no existen.
Yo quiero ser poeta bueno, así que paso de leer libros de Gustavo Adolfo Bécquer, Federico García Lorca, Francisco Quevedo, Pablo Neruda y demás. Poetas normalitos, de los cuales nadie canta una letra suya en las barbacoas; ni tienen el Antifaz de Oro, galardón muy prestigioso para muchos poetas de aquí. Yo me voy al Melly, allí sí que hay libretos de grandes poetas que da el Carnaval: Juan Carlos Aragón, Manolo Santander, Antonio Martín, 'El Canijo', Joaquín Quiñones, y muchos más poetas, poetas con los que se vuelca el Coliseo con cualquier letra que escriban. Poemas que ya se quedaron en la historia literaria de nuestro país, como esa letra de gran profundidad de Juan Carlos Aragón dedicada a la cama… ¡Qué pelotazo!. ¡Juanca, picha, para el año que viene le hace una letra al saco de dormir; los miles de vagabundos que viven en la calle te lo van a agradecer...! O don Antonio Martín: letra dedicada a los contadores de la luz, poesía que me iluminó; o 'El Canijo', metáfora pura: esa letra que compara un diente de leche con un niño chico, que ni a Dinky ni Lala, excomponentes de los 'Teletubbies', se les hubiera ocurrido. Tampoco quiero pasar por alto aquella gran letra dedicada a un 'peo'. Qué envidia tengo de vuestro ingenio, eso sí que es poesía, y no un Quijote que habla con los molinos.
Y así miles de letras que pasan por las tablas del Falla donde el público las aplaude y las premia. Qué verdad eso de que más vale caer en gracia que ser gracioso. Aquí ponemos la etiqueta de poeta muy pronto; y lo triste no es eso, lo triste es que encima se lo creen. Pienso que debemos exigir más y no aplaudir un mero disfraz y unas voces bonitas. Hay que castigar más las letras que no lleven mensajes. Así que me lo he pensado mejor: no quiero ser poeta; quiero ser autor, autor de Carnaval, donde mis letras las entienda al menos mi madre. Autor humilde, con ganas de aprender y, por supuesto, llevando el nombre de Cádiz por todos 'laos' con dignidad y respeto; y, ¡joé!, si me puedo llevar unas perrillas con esto mejor que mejor, pues ¿no las gana el 'Chilicuatre' ese,,,?.
Y eso sí, voy a terminar con un tópico muy carnavalero: no mosquearse los aludidos que esto es Carnaval. Y que quede claro que donde manda Patrón no manda marinero.
Mas de un autor se mereceria uno de esos premios llamados Planeta, Novel.... etc, no tengo ninguna duda. Saludos.
ResponderEliminar